Sandra del Rincón 22-02-2019
El día 28 de octubre de 1956 la televisión llegó a España, este medio nace de una forma distinta a como la conocemos hoy en día. En ese tiempo la televisión era en blanco y negro, su señal alcanzaba apenas a Madrid, solo existía TVE, etc.
Desde ese día la televisión ha evolucionado mucho, han entrado en juego las cadenas privadas, las nuevas plataformas, las redes sociales…
Pese a toda la evolución de la televisión y lo que se ha avanzado, ¿España tiene la televisión que se merece?
En un debate de la 2, discuten sobre este tema 6 individuos, todos formados en la materia: Ramon Colom (exdirector de TVE), José Manuel Lorenzo (exdirector general de Canal +), Javier Sádaba (catedrático en ética), Susana Alosete (escritora), Victor Amela (periodista) y Mariola Cubells (periodista).
En el debate se discute sobre lo que es la televisión y como se hace, y aunque no se ponen de acuerdo en todo, si que concuerdan en que la televisión se hace desde los despachos, se ha convertido en un medio en el que se busca el negocio, más que informar.
Tenemos una televisión plural en cuanto a contenido, el espectador elige el contenido que quiere, pero eso no significa que ese contenido sea bueno. Algunos piensan que el propio espectador es el que se tiene que imponer y decidir qué contenidos se tienen que ofrecer.
Desde que el factor de las audiencias entró en juego en el medio, este se ha convertido más en un negocio que en una forma de entretenimiento e información. La televisión no está al servicio de los espectadores sino al del dinero que le pueda ofrecer el contenido. Esto se debe a que los futuros proyectos se deciden en los despachos y no le dan el suficiente margen de creatividad a los platós.
En este momento, la televisión tiene en parte mala imagen por la llamada telebasura, que no ocupa mucho espacio en la parrilla pero sin embargo si que da mucho que hablar.
En mi opinión la televisión es un medio desaprovechado, es cierto que hay muchas opciones en parrilla para elegir, pero la mayoría de estas opciones son insustanciales y con un fin puramente económico. Creo que las cadenas o grupos televisivos más importantes no sólo deberían mirar por el dinero y comprometerse con los telespectadores para proporcionarles algún tipo de contenido que les satisfagan a la gran mayoría de la población. Deberían tener más reconocimiento los que se comprometen con temas controvertidos, novedosos y poco conocidos y que merecen difusión y que nadie se atreve a mostrar por miedo a las repercusiones mediáticas.
